El Emperador

Descripción

Okiagari El Emperador, tentestieso.

Okiagari es un juego tradicional japonés que consiste en lanzar unos muñecos de papel o madera que siempre se levantan, por más que se caigan.

El Emperador de Japón, también conocido como el Tenno, es el jefe de estado y el símbolo de la unidad del pueblo japonés.

Los orígenes del Emperador se remontan a la leyenda de Jimmu, el primer Emperador, que según la mitología descendía de la diosa del sol Amaterasu.

La dinastía imperial japonesa es la más antigua del mundo, con más de 2600 años de história. La figura del Emperador en la sociedad japonesa es un tema complejo y fascinante. El Emperador, o Tennō, es el jefe de Estado y el símbolo de la unidad nacional.

Su papel ha cambiado a lo largo de la historia, desde ser un gobernante absoluto y una divinidad hasta ser una figura ceremonial y constitucional.

El Emperador representa la continuidad de la tradición y la cultura japonesas, así como los valores de paz y armonía.

Su influencia se extiende a diversos ámbitos de la vida social, política, religiosa y cultural.

Los emperadores de Japón.

Los emperadores de Japón son los jefes de Estado y los símbolos nacionales del país. La dinastía imperial japonesa es la más antigua del mundo, con una historia que se remonta al siglo VII a.C.

Según la tradición, el primer emperador de Japón fue Jimmu, un descendiente directo de la diosa del sol Amaterasu. Desde entonces, más de 120 emperadores han gobernado Japón, aunque su papel y su poder han variado a lo largo de los siglos.

Durante la mayor parte de la historia japonesa, los emperadores fueron figuras ceremoniales que delegaban el gobierno real en nobles poderosos, como los shogunes o los regentes.

Sin embargo, en el siglo XIX, el emperador Meiji inició una serie de reformas que modernizaron Japón y restauraron el prestigio y la autoridad imperial. Bajo el sistema Meiji, el emperador era considerado sagrado e inviolable, y se le atribuía un mandato divino para gobernar.

Esta ideología se utilizó para justificar el expansionismo militar y el nacionalismo japonés durante la primera mitad del siglo XX.

Después de la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, el emperador Hirohito anunció su renuncia a la divinidad y aceptó la nueva constitución pacifista impuesta por las fuerzas de ocupación estadounidenses.

La constitución de 1947 definió al emperador como «el símbolo del Estado y de la unidad del pueblo», sin poderes políticos ni militares. Desde entonces, los emperadores han desempeñado un papel principalmente ceremonial y cultural, actuando como representantes diplomáticos y guardianes de las tradiciones y los valores japoneses.

El actual emperador de Japón es Naruhito, que ascendió al trono en 2019 tras la abdicación de su padre Akihito. Naruhito es el 126º emperador según el orden tradicional de sucesión.

Su esposa es la emperatriz Masako, una ex diplomática que ha sufrido problemas de salud mental debido a la presión mediática y social. La pareja tiene una hija, la princesa Aiko, que no puede heredar el trono debido a la ley de sucesión que solo permite a los varones acceder a él.

El heredero presunto es el hermano menor de Naruhito, el príncipe Fumihito.