Kintaro el Niño de Oro

Descripción

Okiogari Kintaro el Niño de Oro. Existen varias versiones sobre el origen y las aventuras de Kintaro, pero una de las más conocidas es la que cuenta que era el hijo de una princesa y un rayo rojo.

Su madre, huyendo de la corte imperial, se refugió en el monte Ashigara, donde dio a luz al niño. Allí, Kintaro creció rodeado de naturaleza y aprendió a comunicarse con los animales.

Entre sus amigos estaban un oso, un mono, un ciervo y una liebre.

 

Un día, Kintaro se encontró con un samurái llamado Minamoto no Yorimitsu, que quedó impresionado por su fuerza y su carisma. Le ofreció llevarlo a la capital para convertirlo en su discípulo y en un guerrero.

Kintaro aceptó, pero antes se despidió de su madre y de sus amigos animales.

En la capital, cambió su nombre por el de Sakata no Kintoki y se convirtió en uno de los cuatro guardianes de Yorimitsu, conocidos como los Shitennō.

Junto a ellos, participó en muchas batallas y hazañas heroicas, como la derrota del demonio Shuten-dōji.

 

Simbología de Kintaro

Kintaro es un símbolo de la infancia, la inocencia, la alegría, la amistad y la fortaleza.

Su imagen se utiliza a menudo para decorar las habitaciones de los niños o para regalarles dulces o juguetes.

También se le asocia con el Día de los Niños, una festividad que se celebra el 5 de mayo en Japón y que honra a los niños y a sus padres.

En ese día, se suele colgar una bandera con la figura de una carpa (koinobori) que representa el deseo de que los niños crezcan sanos y fuertes como Kintaro.

 

Otro elemento que se relaciona con Kintaro es el okiogari koboshi, un juguete tradicional japonés que tiene forma de muñeco relleno que siempre se levanta cuando se cae.

Su nombre significa «muñeco que se levanta solo» y simboliza la perseverancia, la resiliencia y la esperanza. Se cree que este juguete tiene su origen en el período Edo (1603-1868), cuando los comerciantes lo vendían como un amuleto para atraer la buena suerte y el éxito.

A menudo, el okiogari koboshi tiene la cara o el cuerpo pintado con los rasgos de Kintaro o de otros personajes famosos de la cultura japonesa.