Ninja negro

Descripción

Ninja negro okigari.

Los ninjas eran unos guerreros increíbles que vivieron en el Japón feudal y que se especializaron en el arte de la guerra no convencional. Su misión era infiltrarse, sabotear, asesinar y huir sin dejar rastro.

Para ello, empleaban una gran variedad de armas y herramientas, desde espadas y dagas hasta estrellas arrojadizas, venenos y explosivos.

A diferencia de los samuráis, que seguían un estricto código de honor, los ninjas no tenían escrúpulos y usaban cualquier medio para cumplir su objetivo.

Se dice que eran capaces de realizar proezas sobrehumanas gracias a su entrenamiento y a sus secretos ancestrales.

Los ninjas eran temidos y respetados por todos sus enemigos. En este libro te presentamos a nuestro equipo de seis ninjas, cada uno con su propia personalidad y habilidades. ¡Te sorprenderán!

Los orígenes ninja

Los ninjas, también llamados shinobi, fueron guerreros secretos que se especializaron en el espionaje, el sabotaje y el asesinato en el Japón feudal.

El origen de los ninjas se remonta al siglo VI, cuando algunos monjes y generales chinos llegaron a Japón y trajeron consigo conocimientos de tácticas militares, medicina y filosofía.

Estos conocimientos fueron transmitidos a los monjes guerreros japoneses, llamados yamabushi, y a los clanes que vivían en las zonas montañosas de Iga y Koga.

Estos clanes desarrollaron sus propias técnicas de combate y supervivencia, basadas en la resistencia, la adaptación y el sigilo.

Los ninjas se hicieron famosos en el siglo XV, cuando Japón entró en una época de guerras civiles entre los señores feudales, llamados daimyo.

Eran contratados por los daimyo para realizar misiones secretas, como infiltrarse en los castillos enemigos, robar información, incendiar almacenes o eliminar rivales.

Se vestían con ropas oscuras o que se mimetizaran con el entorno, y usaban una variedad de armas y herramientas, como espadas cortas, estrellas arrojadizas, ganchos, bombas de humo o venenos.

También cultivaban un aura de misterio y superstición, haciéndose pasar por magos o demonios capaces de desaparecer o volar. Fueron perdiendo relevancia en el siglo XVII, cuando Japón se unificó bajo el shogunato Tokugawa y se estableció una larga paz.

Algunos ninjas siguieron sirviendo a sus daimyo, mientras que otros se dedicaron a otras actividades o se integraron en la sociedad. Sin embargo, el legado de los ninjas ha perdurado hasta nuestros días, gracias a la literatura, el cine y la cultura popular.